Edificio Residencial Vila Nova de Tazem / Nuno Ladeiro + Marco Martins

Arquitectos: Nuno Ladeiro, Marco Martins
Ubicación: Largo Joaquim Borges Artiaga, 6290-632 Vila Nova de Tánzem, Portugal
Año Proyecto: 2013
Fotografías: FG+SG Architectural Photography

Descripción de los arquitectos. El proyecto de arquitectura por Nuno Ladeiro y Marco Martins, se inserta en el núcleo urbano de Vila Nova de Tazem, un pequeño pueblo cerca de la Serra da Estrela, en el norte de Portugal, que se caracteriza por un tejido urbano consolidado, cuyas características predominantes son edificios de 2 y 3 plantas para uso residencial. La configuración, los límites del medio terrestre y construido, influyen fuertemente en la forma del edificio y la implementación.

La arquitectura se basa principalmente en la optimización del espacio comercial y residencial con 15 departamentos de varios tipos, T1, T2, T3, servido por tres núcleos de comunicación vertical completamente independientes. La organización funcional favorece especialmente el área social de los departamentos, no sólo en términos de superficie, sino también en cuanto a la vista hacia la Serra da Estrela. Por lo tanto, se estableció una relación directa entre las habitaciones y cocinas, generando una zona de circulación más íntima más cerca de las habitaciones.

Desde un punto de vista formal, el proyecto tomó como punto de partida la obra del arquitecto Ludwig Mies van der Rohe y, en particular, una obra casi desconocida, el “monumento a los líderes espartaquistas Karl Liebknecht y Rosa Luxemburg, encargado por Eduard Fuchs, presidente del Partido Comunista Alemán en Alemania” que se abrió el 13 de junio de 1926 y más tarde fue destruida por el régimen nazi.

Dado que esta es claramente una opción de arquitectura moderna, los autores entienden que la geometría elemental constructivista de inspiración y las consecuencias de la racionalidad, asociada a los aspectos de la simple lógica, no son sólo manifestaciones de una época pasada. El uso del cubo geométrico y el paralelepípedo tiene una universalidad que sigue “contaminando” la arquitectura del siglo XXI. Por lo tanto, el racionalismo moderno, evidente en las fachadas de esta propuesta, se corresponde en parte a un cálculo más significativo de símbolos geométricos constructivistas que, de hecho, forman parte de la arquitectura moderna que aún no se ha agotado.

El espíritu del lugar, la piedra negra, el blanco de la nieve y el deseo de revivir el recuerdo de la arquitectura moderna en Portugal eran cruciales para las decisiones tomadas.